Consciente de que el título de este artículo es de extrema gravedad y de (casi) imposible cumplimiento, voy a tratar de explicar las razones que me llevan a tal conclusión.

De todos son conocidos los casos de corrupción que ya rodean, no sólo al PSOE, sino directamente a Pedro Sánchez y a Begoña, o a Begoña y a Pedro Sánchez, porque realmente no sé quién está al mando del Gobierno.

Alguien me podrá decir que todos los dos partidos que han pisado la moqueta de Moncloa han acabado salpicados de corrupción e incluso el PP fue un partido político que fue condenado por lucrarse con el caso Gürtel. No cabe duda de que Gobierno y corrupción parecen ir de la mano en esta España nuestra, y, de hecho, cada vez son más los jóvenes que aspiran a hacer carrera política como forma de ganarse la vida en lugar de pensar en la actividad política como servicio público, de servir al Pueblo en lugar de servirse del Pueblo.

 Ángel García Calle

 

Sin embargo, lo del PSOE, y lo he dicho más de una vez, empieza a parecerse cada vez más a una organización mafiosa, que ha conseguido instaurar una red clientelar a todos los niveles para controlar los favores que se les hacen y, por el contrario, señalar a aquellas personas que se atreven a tocar esa estructura. O estás con ellos o estás contra ellos. Y si está contra ellos te harán la vida imposible. A ti, a tu familia, a tu negocio o profesión…

Hace poco la Vicepresidenta Primera del Gobierno, la Sra. “chiqui” Montero, se atrevió a postergar el principio general de la presunción de inocencia, consagrado en nuestra Constitución y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 frente a la declaración de una mujer por el mero hecho de ser mujer

Peno queda ahí la cosa, y como ven que no pasa nada, que la sociedad no se revuelve y que esa red clientelar ya está suficientemente fortalecida, se van atreviendo a ir un paso más allá y ya están atacando los pilares mismos de nuestro sistema democrático y de Derecho.

Hace poco la Vicepresidenta Primera del Gobierno, la Sra. “chiqui” Montero, se atrevió a postergar el principio general de la presunción de inocencia, consagrado en nuestra Constitución y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 frente a la declaración de una mujer por el mero hecho de ser mujer. Me refiero al caso del futbolista Dani Alves, quien fue absuelto por unanimidad por 4 magistrados de los que 3 eran mujeres y todos ellos afines al sector progresista de la magistratura o eminentes expertos en violencia de género.

Sus declaraciones removieron los cimientos del Derecho Penal, pero no tanto como la espuria intención del Presidente del Tribunal Constitucional de impedir que cualquier juez puede elevar una consulta al Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la actuación del propio Tribunal Constitucional, como “se ha atrevido” a hacer la Audiencia Provincial de Sevilla en el caso clamoroso y vergonzante de los socialistas condenados por el caso de los ERE´s de Andalucía, el mayor caso de corrupción política de la historia de España, y que fueron exculpados por el Tribunal Constitucional en una sentencia vomitiva y digna de ser estudiada en las Facultades de Derecho como ejemplo de sentencia política y no jurídica. Hay que recordar que Conde-Pumpido fue Fiscal general del Estado con Zapatero y todo el mundo sabe de su proximidad con el PSOE.

El artículo 9.2 de la L.O. de Partidos Políticos reza lo siguiente: “Un partido político será declarado ilegal cuando su actividad vulnere los principios democráticos”. Pues bien creo que ha llegado el punto en que el PSOE, no solo por sus casos groseros de corrupción, sino porque ha traspasado la línea del respeto a los principios democráticos, debería ser ilegalizado.