Sánchez, culpable. ¿Y los demás, qué?
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Loli izquierdo
La situación política española invita al análisis, la reflexión; al estudio del personaje que ocupa el palacio de la Moncloa gracias al cobijo y apoyo de todos los contrarios a lo que supone y representa la nación española. En esta ocasión, me centraré en el papel que están asumiendo los políticos locales, provinciales y regionales que le bailan el agua al todopoderoso presidente.
Lola Izquierdo Mora
La acción política básica y más cercana se concentra en la local; concejales y alcaldes cuya función es defender y proteger a los ciudadanos que les dieron su confianza. Por ello, causa extrañeza que, ni uno solo en activo, haya levantado la voz para denunciar y oponerse a la decisión que promueve la desigualdad entre españoles al otorgar privilegios a un territorio (Cataluña) que dispone de muchos más recursos que Extremadura, por ejemplo.
Es llamativo que concejales, alcaldes, diputados provinciales y regionales y presidentes autonómicos del PSOE (partido que, supuestamente, defiende y promueve la igualdad) dejen pasar el monstruoso atentado que supone favorecer a Cataluña a costa de perjudicar y dañar a sus ciudades y regiones. En este caso, no solo queda en evidencia el interés de Sánchez de permanecer en la Moncloa sin importarle el precio a pagar por el resto de ciudadanos; también, el sometimiento y obediencia férrea de quienes militan y ocupan cargos y puestos en listas que por nada se exponen a perder.
¿Es solo Sánchez quien incumple su palabra? Obviamente, no. Quienes ganaron elecciones en sus pueblos y comunidades con anuncios y promesas que ahora se niegan a defender, son igual de responsables ya que, con su actitud, están apoderando la injusticia. Porque injusticia social son las concesiones que, por puro interés personal, está haciendo Sánchez beneficiando a un territorio en detrimento de los demás. No habrá acto de desagravio que pueda equilibrar la balanza.
¿Cómo será la erótica del poder para que un concejal, alcalde, diputado o presidente de comunidad reniegue de sus promesas y compromisos avalando una potente subida de impuestos a las clases medias para “premiar” a quien delinque, malversa y extorsiona?
Es lamentable en lo que se ha convertido la política. La búsqueda y gestión por el bien común se ha ido al garete. Primero, mi puesto; segundo, mi partido; tercero, mi equipo; cuarto, mis influencias; y quinto…