Meta. (o el carrusel de la vida)

Fernando Naranjo Durán

Jamás tuve la impresión de haber conocido todo, pues algo nuevo llamaría mi atención manteniendo el poder de la sorpresa, al saber que nunca nada es para siempre. Meta, fue para mí, sinónimo de final de carrera, algo que alcanzas con esfuerzos meritorios, ¡mortal de necesidad entiendo! Pensar en la metafísica, es algo extraño para los que fuimos poco al colegio, los que ahora gracias a estos nuevos medios disponemos la prontitud y ayuda de la R.A.E, e ipso facto sabemos algo más. Metafísica,-algo oscuro y difícil de entender para los menos iniciados-. Metamorfosis; -cambio de sistema o de lugar donde seguir engañando en este caso; el que sin más preámbulos pretendo a mi modo explicar.

fernando Fernando Naranjo Durán

Jamás tuve la impresión de haber conocido todo, pues algo nuevo llamaría mi atención manteniendo el poder de la sorpresa, al saber que nunca nada es para siempre. Meta, fue para mí, sinónimo de final de carrera, algo que alcanzas con esfuerzos meritorios, ¡mortal de necesidad entiendo! Pensar en la metafísica, es algo extraño para los que fuimos poco al colegio, los que ahora gracias a estos nuevos medios disponemos la prontitud y ayuda de la R.A.E, e ipso facto sabemos algo más. Metafísica,-algo oscuro y difícil de entender para los menos iniciados-. Metamorfosis; -cambio de sistema o de lugar donde seguir engañando en este caso; el que sin más preámbulos pretendo a mi modo explicar.

Meta, empresa de Mark Zuckerberg, avispado jovenzuelo que entre compañeros en la universidad de Harvard crearon la fascinación de Facebook. Importante medio por el que navegamos y somos conocidos los que ahora contamos más años sin querer perder ese último tren de la convulsiva comunicación. El que nos haga sentir vivos y útiles evitando un final de brazos cruzados o en un hogar de ancianos, donde jugar al parchís o a la petanca.

«El actual gobierno, que no acomete nada que no sea ir contra nuestras creencias para iniciarnos en otro régimen social y nos desestabiliza lentamente y casi, sin darnos cuenta, tenernos entre sus sucias manos ofreciéndonos el placer de la vagancia a sueldo fijo y la ocupación de lo ajeno»

Manteniendo aún el poder de la sorpresa ante alarmas sociales, no hace más que unos días, hurgando en estos medios, tropecé con un programa: “Salvados” en la 6ª TV –donde nunca acudo- y era entrevistado un sollozante Arturo Béjar; español de mediana edad, ingeniero jefe de protección en Meta y asesor en Instagram entre 2009 y 2015. Donde vuelve a incorporarse en 2019 cuando su propia hija sufría las consecuencias de acoso y “bullinng”, sistemas inhumanos a los que son sometidos un elevado tanto por ciento de adolescentes por congéneres de su misma edad y adultos camuflados en estas redes. Porque la maldad -es otro pecado venial- por el que algunos, los más débiles, llegaron a sufrir anorexia y hasta el suicidio, tras el traspantajo de la ficticia bonanza, guadaña depredadora del lobo a caperucita” y almanaque de alimañas políticas de la época.

Muchos papás hoy ignorando parte de este entramado, con tal de tener cierta independencia y sosiego tras las maratonianas jornadas mal pagadas en sus precarios trabajos, dejan a sus hijos de tierna infancia entretenerse con modernos aparatosde telefonía y tables. Sofisticadas herramientas para volar hacia grandes bulevares y anchas pistas de aterrizaje donde hacen escalas exhibicionistas, acosadores, pederastas y criminales. Planicies del limbo de la criminalidad con derecho de pernada. Impunidad para empresas punibles que no expurgan la extensa clase de microbios que pululan a los cuatro vientos y miran hacia otro lado con tal de engrosar sus arcas. Tal, el actual gobierno, que no acomete nada que no sea ir contra nuestras creencias para iniciarnos en otro régimen social y nos desestabiliza lentamente y casi, sin darnos cuenta, tenernos entre sus sucias manos ofreciéndonos el placer de la vagancia a sueldo fijo y la ocupación de lo ajeno.

Nacional catolicismo de espíritu sanchita que prodiga la mansedumbre del verbo en enmascaradas homilías, donde afeminarla feligresía desde sus púlpitos para audiencias de bípedos castrados; a los que a través de sus dádivas y “ocurrentes” ocurrencias se van tragando el falo de la maldad entre nubes del placer, olvidando que la vida continua, sin temer que en la nave de Noé poder volver a embarcar.

Y Meta, es otro brazo ejecutor del sanchismo contra el costumbrismo de nuestra legendaria Fiesta de Toros y castiga por mostrar imágenes de un hombre luchando contra la fiera sin más armas que un capotillo y un flameante y rojo señuelo. Camarilla de estafadores y ladrones de última generación llegados solo para el lucro, posicionándonos a unos contra otros, tapando el “ojo avizor” a sus pléyades, las que sin pudor alguno se alinean por un plato de lentejas y treinta monedas de oro alemán. ¿Cómo esperar que nuestra “sufrida izquierda defensora de lo socialmente correcto” hoy posicionarse contra natura? Sorpresa ofrecida por este ambicioso y cimbreante “Periko el okupa” ¿otro Mark Zuckerberg? Pero sin estudios previos… ¡Ojú que arte!

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