En 1915, se colocó la primera piedra de la que hoy es la Estación de Viticultura y Enología de Almendralejo
- La Capital
En la segunda mitad del siglo XIX, aproximadamente entre los años 1860-1880, la viticultura española se encontraba en un periodo conocido como la “Edad de Oro” del sector vitivinícola español. En Francia el oidio, en la década 1852-1862, hace descender la superficie vitícola muy considerablemente y por esta causa los franceses necesitan cubrir el descenso en la producción con vinos de otros países y muy particularmente de España.

Cuando esta plaga parece controlada, aparecen otras plagas como la del mildiu y a partir de 1863, la filoxera, la más grave de todas, importada de Estados Unidos y detectada en el Departamento de Gard (Francia). Desde esa fecha, comienza a extenderse para destruir rápidamente los viñedos del sur de Francia y con el paso de los años, afectará a toda la viticultura europea. La filoxera aparece en España en 1878 y poco a poco se extiende por la geografía nacional.
Se entiende la imperiosa necesidad de dictar normas que favorezcan la resolución de la crisis del sector: Además de haberse extendido la filoxera, hay otros problemas acuciantes como la ausencia de desarrollo de una vinicultura moderna, la elaboración de vinos de baja calidad, la sobreproducción o la falta de estructuras para comercializar el vino.

Por todo ello, se decide promover la creación de Centros para paliar estos problemas. Se publica entonces el Real Decreto de 16 de enero de 1892 por el cual: “Se crea una Estación Enológica Central en el Instituto Agrícola de Alfonso XII y las que el Gobierno considere necesarias en las comarcas vitícolas de mayor importancia”.
“Un campo de experiencias para el estudio de las variedades de vid de la región y de aquellas otras cuya adaptación se considere conveniente, edificios para la instalación del personal y del material necesario para la explotación y la enseñanza, material perfeccionado para la elaboración y conservación de vinos y un laboratorio químico y de microbiología”.

Al amparo de este Real Decreto irán surgiendo por toda nuestra geografía nacional una serie de Estaciones de Viticultura y Enología situadas en las principales comarcas productoras de vinos. La primera será la Estación Enológica de Haro, que se crea el mismo año de la publicación del R. Decreto. Le seguirán Villafranca del Penedés (1902), Reus y Jumilla (1910), Requena (1911), Alcázar de San Juan (1927). En 1915, se coloca la primera piedra de la que será la Estación de Viticultura y Enología de Almendralejo. Por lo tanto, se crea y desarrolla una red de Estaciones Enológicas en toda España que, sin duda, ha contribuido y participado muy activamente en cada comarca y en su conjunto, ha tenido gran influencia en el desarrollo del sector vitivinícola nacional.
Con la colaboración de la “Comunidad de Labradores de Almendralejo”, que realiza las gestiones para la compra de unos terrenos que posteriormente se cederán para la construcción de edificio, y de la Caja Rural de Almendralejo, que dona un dinero para comenzar las obras, se termina su construcción en torno a 1.920.
Tras la construcción del edificio, los primeros años tuvo dificultades para comenzar su actividad. Fueron transcurriendo los años y las obras estaban prácticamente finalizadas, pero aún faltaba la dotación de equipos y personal. Los presupuestos del Ministerio no recogían partidas para la Estación o si lo hacían, al final quedaban sin aplicarse.
En 1936, durante la Guerra Civil, fue ocupada por los militares y acabada la contienda, se convirtió en depósito de municiones dependiente de la Maestranza de Artillería de Madrid. La ocupación finalizó el 30 de junio de 1949, fecha en la que se devolvió al Ministerio de Agricultura.
El proyecto de “reconstrucción” fue realizado en marzo de 1946 por Manuel Losada Lazo, Director del Centro. La ejecución del proyecto comienza con posterioridad al desalojamiento por parte del ejército y se realizará en distintos años con presupuestos del Ministerio de Agricultura.

En junio de 1958 se inauguraron las nuevas instalaciones con la asistencia del Ministro de Agricultura, Cirilo Cánovas, el Alcalde de Almendralejo, Tomas de la Hera Blasco y numerosas autoridades locales y regionales. La denominación con la que se conoce el edificio es Estación de Viticultura y Enología de Almendralejo. No obstante, el Centro comenzó a tener actividad antes de su inauguración.
La primera muestra de vino para analizar se registró el 15 de marzo de 1958. En mayo de 1960 se incorporó al Centro Pedro Vidal-Aragón Martínez, Ingeniero Agrónomo, el cual, cuando se jubila Manuel Losada Lazo, en la década de 1980, será director de la Estación Enológica. Contribuirá de forma determinante al desarrollo de las funciones encomendadas al Centro.
En el año 1983 por Real Decreto 4187/82 (BOE nº 80, 1983), en su ANEXO I, se transfieren a la Junta Regional de Extremadura determinadas competencias. A partir de esa fecha, comienza una nueva etapa para el Centro. La Consejería de Agricultura asume las competencias transferidas y las reasigna a distintas Direcciones Generales y Servicios. Transferidas las instalaciones y un reducido grupo de profesionales, la labor de la Unidad se centra en las materias relacionadas con la Enología y desde entonces, pasa a conocerse como Estación Enológica. En diciembre de 1984 se incorpora a la Unidad Emiliano Zamora de Alba. A partir del año 1990, tras la jubilación de su director, pasa a ser el responsable de la Estación Enológica. Bajo su dirección, se lleva a cabo la transformación integral de las instalaciones.
Las inversiones realizadas por la Junta de Extremadura en la modificación del edificio vienen acompañadas de dotación de laboratorios con las más avanzadas técnicas para el análisis de vinos y sus derivados. Se equipa la bodega experimental, lo cual permite desarrollar importantes trabajos de experimentación en temas de Viticultura y Enología, impulsando un sector que en Extremadura comenzaba a dar sus primeros pasos hacia el reconocimiento de su potencial vitivinícola. Y con el paso de los años, el Centro se va dotando de los necesarios recursos humanos para el mejor desempeño de las funciones que tiene encomendadas.
Se realizan importantes inversiones en la reestructuración del edificio. El Centro, especializado en las áreas de Viticultura y Enología, pasa a ser un Centro multidisciplinar donde se prestan muy diversos servicios a los ciudadanos y a las empresas.
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