Manu González logra su primera victoria en Moto2 en Japón, envuelta en polémica por un gesto cultural
El piloto español Manu González ha conseguido su primer triunfo en el Mundial de Moto2 tras imponerse en el Gran Premio de Japón, celebrado este fin de semana en el circuito de Motegi. Con tan solo 22 años, el madrileño se alzó por primera vez al cajón más alto del podio en la categoría intermedia, en una carrera marcada por la lluvia y las difíciles condiciones de pista.
Sin embargo, su victoria se ha visto empañada por una polémica extradeportiva relacionada con un gesto en la parrilla de salida. González lució un 'hachimaki', una tradicional bandana japonesa con un círculo rojo sobre fondo blanco y caracteres que simbolizan el número uno, como muestra de respeto y homenaje al país anfitrión.
El gesto que desató la polémica
Aunque la intención del piloto fue puramente simbólica y sin ánimo de ofensa, el uso del hachimaki no fue bien recibido por el patrocinador chino de su equipo, QJMOTOR, debido a las connotaciones históricas que ese símbolo tiene en algunas regiones de Asia. El hachimaki está vinculado a la cultura japonesa y, en ciertos contextos, se asocia al pasado imperial de Japón y a periodos conflictivos como la Segunda Guerra Sino-Japonesa, durante los cuales se cometieron graves abusos en territorios chinos.
La respuesta del patrocinador: petición de despido
Tras el incidente, QJMOTOR emitió un comunicado oficial en el que solicitó al equipo Gresini Racing la eliminación inmediata de las imágenes y el fin del vínculo contractual con el piloto español.
“Aunque fue un acto no intencionado, ya que era un piloto europeo y no comprendía la historia china, este comportamiento ha herido los sentimientos nacionales de los pilotos chinos y del pueblo chino”, afirmaron desde la marca.
En su comunicado, Qianjiang Motorcycle (matriz de QJMOTOR) dejó claro que no buscan una sanción deportiva, sino el despido inmediato del piloto, por considerar su gesto una falta de sensibilidad histórica.
González, sin intención de ofender
Fuentes cercanas al equipo y al propio piloto aseguran que González desconocía completamente las implicaciones del gesto, y que su intención era rendir homenaje al país anfitrión, como muestra de respeto hacia la cultura local. A pesar de ello, la polémica sigue abierta y se espera que el equipo Gresini valore la situación en los próximos días.


