Irresponsabilidad, ineptitud o estrategia política
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Loli izquierdo
Impensable, inimaginable que en España fuésemos a vivir, en pleno siglo XXI, las terribles consecuencias humanas y económicas provocadas por la falta de previsión y responsabilidad de nuestros gobernantes. Irresponsabilidad, ineptitud y, quien sabe, si estrategia política.
Lola Izquierdo Mora
Políticos de mirada corta que gobiernan sólo para hoy y le niegan infraestructuras a futuras generaciones. Siempre hay quien tiene más visión en el momento de gobernar y preparan proyectos para el bien común y generaciones venideras. Fue el caso del gobierno de José María Aznar. En aquellos momentos, año 2001, se proyectó el Plan Hidrológico Nacional, se negoció con las comunidades autónomas y se consiguió la financiación de Europa. Años de negociaciones para conseguirlo. Y una vez superados todos los trámites incluidas las Declaraciones de Impacto Ambiental, al llegar Zapatero al poder tras el 11 M, su primera decisión como presidente fue derogar el citado Plan.
¿Y ahora qué? ¿Nadie va a asumir tal responsabilidad?
El Plan Hidrológico Nacional no puede evitar una hecatombe natural pero sí habría minimizado los daños humanos y económicos. Tras más de 220 víctimas igual se les ocurre retomar el proyecto.
A la falta de previsión hay que sumarle la casi nula inversión en infraestructuras hidráulicas porque la señora Ribera (exministra de Transición Ecológica y responsable de las Confederaciones hidrográficas) retiró 87 millones de euros de las confederaciones mientras daba 75 millones a una fundación que ella preside. Es espeluznante la frialdad y falta de empatía de este gobierno con las víctimas. La frase de quien está al mando de la nación “si necesitan ayuda que la pidan” refleja con toda nitidez el grado de insolidaridad del presidente del gobierno de España. Un tipo sin compasión incapaz de liderar el momento más terrible vivido en sus seis años de gobierno. Huyendo de las víctimas, echando la culpa al presidente autonómico, emitiendo un relato de enfrentamiento, acusando a las víctimas de agredirlo … el mejor país del mundo gobernado por quien demuestra con sus hechos no quererlo.
El Plan Hidrológico Nacional no puede evitar una hecatombe natural pero sí habría minimizado los daños humanos y económicos. Tras más de 220 víctimas igual se les ocurre retomar el proyecto.
Un hombre de Estado que quiere a su país, ante semejante tragedia, se pone al frente, convoca un gabinete de crisis, emplaza al ejército, libera dinero para atender las necesidades más urgentes de inmediato y visita la zona el primer día llevando consuelo a las víctimas. Pero Sánchez no modificó ni un segundo su agenda en la India.
221 fallecidos, 5 desaparecidos y tras casi un mes del desastre, hay pueblos que siguen igual.
Esta Gota Fría ha puesto de manifiesto que el gobierno más costoso de la historia con 23 ministros y 900 asesores no está cuando más se ha necesitado. Una imagen de España que refleja debilidad, descontrol y desgobierno. Afortunadamente hemos experimentado que el pueblo español está muy por encima de sus gobernantes. Miles de voluntarios de toda España acometiendo lo que no ha sido capaz de acometer el gobierno, poniendo sus recursos al servicio de las víctimas y demostrando que “sólo el pueblo salva al pueblo”.